Alejándome de la tecnología e Internet, vuelvo a las andadas con artículos que llamaría "aspiracionales". Es lo que tienen las vacaciones y el contacto con el mundo terrenal del que tanto me alejo en la vorágine del día a día laboral.
A mí me encanta hacer favores y ayudar a los demás, me hace sentir bien y me hace sentir útil, pero la vida nos lleva por derroteros donde cada vez, y me incluyo, nos apoyamos menos en los que nos rodean. Esta nueva sociedad maneja un culto excesivo al personalismo, al "yo me valgo solo" y cada vez, quizás más como consecuencia que como causa, nos vemos abocados a arreglárnoslas por nuestra cuenta. Pasa en el mundo laboral, en la familia y en los círculos de amigos.
Mucha red social, mucho conocido, pero pocos amigos en los que apoyarse en las tareas cotidianas. No hablo de los momentos más duros, donde afortunadamente todavía mantenemos valores de amistad y familia, sino en el día a día. Tampoco es para cantar victoria, basta un paseo por cualquier serie americana tipo "House" o "Anatomía de Grey" para ver a gente morir sola en sus hospitales, quizás estemos destinados a acabar así, pero yo ante eso me rebelo.
Mi pequeño consejo de hoy es que tenemos que pedir más favores a los que nos rodean, sí, eso es, se trata de PEDIR favores a los demás, no de HACER favores. Yo os los voy a pedir, me podréis llamar caradura, pero algún día me agradeceréis profundamente que os haya pedido este o ese favor.
¿Qué sentido tiene pedir favores para ayudar a los demás? Tiene todo el sentido. El día que necesites ayuda te acordarás de ese favor que me hiciste y no te cortarás un pelo en pedirme que te lo devuelva. Habremos roto ese circulo introspectivo que nos impide solicitar apoyo a nuestros amigos, vecinos y conocidos cuando los tenemos al lado con ganas increíbles de sentirse útiles. Una vez empujada la piedra por la ladera, ya nada la para. Juntos aprenderemos a compartir momentos, necesidades y alegrías con todos los que nos rodean sin encerrarnos en nosotros mismos.
Hoy el favor que te pido es sencillo, un comentario a este artículo. Mañana igual te pido que cuides a mis niños o que me des un contacto para hablar con algún que otro gurú. Serás el primero en enterarte. Te lo aseguro.
9 comentarios:
Creo que tocas un punto importante. En mi opinión pedimos demasiados pocos favores y nos ofrecemos a hacer favores no solicitados de más... Es posible que al hacer favores no solicitados estemos inconscientemente queriendo pedir favores que no nos atrevemos a pedir de forma explícita, tal vez porque los consideremos un signo de debilidad.
Si triunfa este post, creará una auténtica red social! En las que estamos, como bien dices, son redes de conocidos, o de autobombo (más o menos moderado), o de imagen... Venga, me apunto!
Cierto Jaime, aprendemos un poco de todo con tal de ser más independientes y evitar los tiempos de espera.
De momento y hasta ahora lo veo con buenos ojos, espero que no evolucione a mal, pero reflexión a tener en cuenta
Ahí queda mi comentario ;)
@Jose Miguel Siento haber traído ese dilema a tu mente. Pedir favores queriendo no pedirlos pero pidiendolos a gritos. Uf.
@Sergi Parece el cuento de la lechera, pero es así. La cadena de favores existe y funciona si lo haces de forma abierta (a cualquiera) y desinteresada (sin esperar nada a cambio)
@Luis Antonio, antes de nada gracias por comentar. Nos creemos más independientes cuando menos contamos con los demás, pero nos hacemos esclavos de nosotros mismos. Quizás independiente es saber quién nos ayudaría en cada tema y no tener que preocuparnos en resolverlo por nosotros mismos. Esa sería nuestra red.
Con lo que me gusta hacer favores ¿Cómo no iba yo a dejarte un comentario?. Eso si, quedo a la espera del siguiente favor que me pidas :-)
A cuidarse
Javier Arias González
@Javier Ya se me ocurrirá algún otro favor que pedirte ahora que te vas a Londres. Buena Suerte en tu nuevo cometido
Nos leemos!
Uy! descubro el blog y leo este artículo, que mañana más curiosa...Me gusta este post, pero he de reconocer que soy de los que no saben decir que no siempre y a veces me encuentro esclavo de mis palabras haciendo cosas que no quiero hacer en realidad, porque hubiera querido hacer otras en realidad o porque la persona por la que hago ese favor no responde después cuando yo se los pido...bueno, que me enrollo como las persianas.
Un descubrimiento la mañana de hoy...
Hazme un favor: lee este comentario....
Un abrazo
@Javi, el tema no hay que verlo como uno a uno sino como n a n. Tu haces favores a mucha gente y mucha gente te hace favores, pero sin mirar cuentas particulares. Siempre habrá gente generosa y gente caradura y también malentendidos incluso gente que no te hace ningún favor la descubres haciéndoselos a otros. Es lo más parecido al P2P que se podría inventar.
@José Ángel, gracias por tu comentario. Un abrazo.
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