Indudablemente la identificación con nuestro móvil es absoluta y conseguir cuota de atención o de pantalla en un dispositivo de estas características no es algo trivial, aunque a cambio se logre un beneficio importante. Que alguien se descargue nuestra aplicación es un gran paso, que coloque el icono en un lugar destacado de su escritorio, otro todavía más grande, y si finalmente utiliza la aplicación en su quehacer diario ya podemos dar palmas con las orejas.
Uno de los grandes enigmas actualmente es cuál será la velocidad a la que iremos migrando parte de nuestro uso de internet desde el oredenador (portátil o fijo) hasta el teléfono móvil. De hecho hay servicios como twitter donde los consumos desde el móvil y desde navegadores convencionales están muy parejos.
Pero no contentos con eso, aparece un nuevo concepto, el Tablet, que agrupa algunas ventajas de uno y de otro en una categoría concreta. Para los proveedores de servicios en internet como puede ser un banco, este batiburrillo de terminales supone todo un desafío y convierte en un reto el decidir que servicios son los más indicados para cada tipo de terminal:
- ¿que hace un cliente cuando accede a su Banco desde el móvil? ¿que le gustaría hacer?
- ¿y para un tablet?
- ¿como tratar a este nuevo cliente multicanal en internet?
2012 va a ser un año trepidante. Permanezcan atentos a sus pantallas... a las pantallas de sus móviles, claro.