Pero volvamos al punto de partida, mis amigos. Hace unos días he llegado de un viaje a Londres acompañado de mi mujer y mis dos hijas mayores. Una excursión de unos días aprovechando que un gran amigo, Víctor, nos dejaba su casa en Londres. Una agenda cargada y repleta de actividades gracias a las propuestas que por tierra, mar y aire me fueron llegando de otros muchos amigos que tuvieron conocimiento de mi viaje unas semanas antes en Facebook o Twitter.
Juan Luis me envió un completo análisis de Londres con niños, Javier nos invitó a comer en las oficinas de su empresa (aunque luego un compromiso más noble e importante lo hizo imposible), Dani nos recomendó, además de otros sitios,un restaurante que cautivó a mis hijas para una temporada, Wences nos mandó a un museo que nos gustó y por el que no habríamos pasado sin su pista y así una lista sin fin de amigos y conocidos que nos ayudaron a disfrutar a tope de esos días.
También hubo personas del entorno "físico" que nos recomendaron lugares para, al final entre todos, virtuales y de carne y hueso, ayudarnos a disfrutar de unos maravillosos días en Londres... y en Madrid, que para eso Clara y Juanjo se quedaron con los dos pequeños en su casa.
Gracias a todos, amigos. Tenemos mucha suerte de teneros tan cerca.
3 comentarios:
Bonita foto, Jaime :-)
Hace ya un tiempo que te observo en silencio. Tiene que ver con este post. Tienes una capacidad que admiro de cultivar y mantener relaciones de amistad (aquí no incluyo las profesionales). Nobles, desinteresadas, etc, etc... El mérito de lo que comentas en este post es totalmente tuyo, pues los buenos amigos se "trabajan" (no me pidáis que explique esto). Yo siempre intento aprender de los que considero "craks" en cada materia, y como te comentaba antes, llevo ya algun tiempo observandote y aprendiendo de ti (el coaching me ha ayudado para ello, todo hay que decirlo). Felicidades por poder escribir una entrada como esta.
Un abrazo.
Nano
Gracias Nano! Leyendo esto me siento afortunado de tenerte como amigo... bueno, y si no lo leyera, también...
Publicar un comentario