Windows 8

Utilizo un tablet con Windows 8 desde finales de agosto de 2012. No es mi ordenador principal, pero le dedico unos buenos ratos ya que por motivos profesionales hemos preparado un par de aplicaciones para dicho sistema operativo que estuvieron listas en su lanzamiento al público el 26 de octubre.

Se han escrito ya ríos de tinta acerca de las capacidades del nuevo sistema operativo de Microsoft y se han escrutado con lupa los números de las ventas tanto del propio sistema operativo como de hardware desarrollado exprofeso para aprovechar toda su funcionalidad táctil. Tanto la propia compañía de Redmon, con sus dispositivos Surface, como las compañías más conocidas de ordenadores han preparado dispositivos específicos para estos primeros meses de vida.

Como decía, mi intención es trasladaros mis sensaciones y mi visión estratégica de futuro. Windows 8 me gusta como sistema operativo para tablets (y quizás también para PC). Hace muchas cosas bien, no son grandes cosas, pero las suficientes. Microsoft se ha encargado además de solventar e incluir avances que contraponer a las carencias de su competidor principal, el iPad de Apple. No es nada especial, simplemente el hecho de llegar más tarde te posibilita no tropezar con las piedras que tropezaron otros.

Pero no estamos hablando del competidor del iPad. Estamos hablando de la revolución en el escritorio, porque los tablets con Windows 8 son ordenadores plenamente funcionales y con conexiones como puertos USB, HDMI o lector de tarjetas. De pronto el PC de casa, ese que todos conservamos pese a la revolución de los tablets, se levanta y viene hasta el sofá para sentarse con nosotros. Conectividad, gran pantalla, aplicaciones de escritorio (sí, Microsoft Office también) se sientan con nosotros y dejan a Apple con una sensación agridulce.

La terna de dispositivos iPhone - iPad - Mac que lleva poblando las arcas de Apple desde hace un par de años de pronto se rompe, y no por el eslabón del iPad, no. El torpedo de Microsoft vuela de un plumazo el Mac (o la necesidad de él) y como daño colateral se cobra algún que otro iPad. _Golpe duro e inesperado que fuerza a Apple a tomar decisiones.

Primero, renovar el SW del iPad para hacerlo multitarea sin estropear la experiencia de sus clientes ni traicionarse a si mismo. Buf. Segundo, hacer crecer el iPad de una vez, crecer en tamaño, porque se les está quedando en tierra de nadie. Los tablets de 7 pulgadas ganan la batalla de la itinerancia y flexibilidad, hasta el punto que se ha lanzado un iPad mini para parar la sangría, y las casi 10 pulgadas del iPad pierden cuando un tablet de Windows 8 se pone a su lado. Esa pantalla de más significa espacio para varias aplicaciones y mayor comodidad de navegación.

La batalla de Microsoft no es una batalla de pocos meses, quizás lleve más de dos años completar el viaje, pero Apple ha titubeado a las primeras de cambio y tanto Windows 8 como Google con Android se tirarán a la yugular de la presa para reconquistar el corazón de los usuarios. Todos pensando que Windows 8 sería la competencia del iPad y resulta que venía a redefinir el ecosistema de dispositivos. Teléfono - tableta - ordenador  va a ser algo diferente en el futuro. Mi apuesta no la tengo clara, tendremos usuarios con teléfonos grandes (phablets) y luego un ordenador o un tablet más grande con todos los servicios y usuarios que prefieran teléfono no tan grande, una tableta personal de siete pulgadas y un ordenador (táctil, ¿por qué no?) en casa.

Foto: Microsoft

Aunque no sea chino

Hace un tiempo me llegó por twitter esta perla de la imagen que generó la conversación de Ernesto Sánchez con el servicio técnico de Apple. Y es que con tanto asistente automático y tanto robot uno ya no tiene claro con quien está hablando y mucho menos si se trata de un operador de carne y hueso o una máquina diseñada para mantener una conversación que ayude a la resolución de dudas y problemas.

Si a eso le unimos que las bibliotecas de imágenes hacen que los "fotos" de los asistentes se repitan de una empresa a otra, ya tenemos el lío montado. Recordad, sospechad de cualquier sistema automático en cualquier sentido. A veces nos parece estar hablando con una máquina pero hay una persona escuchando ¿no os ha extrañado el comportamiento de algún reconocedor de voz que SIEMPRE os entiende? es bastante frecuente que haya una persona tecleando por nosotros y no un sistema de reconocimiento de voz.

Usuarios activos

Estamos bombardeados continuamente por cifras y datos que nos vienen a hablar del impresionante crecimiento en el uso de dispositivos móviles para conectarse a internet por parte de sus usuarios. Que si 100.000 usuarios, que si el 50% de los propietarios de un teléfono, etc. Aparte de lo chulas que puedan quedar algunas cifras, yo siempre me hago tres preguntas:

Primera pregunta: ¿Qué consideramos usuario móvil?

Si utilizo mi móvil para acceder a los servicios de mi banco entiendo que me consideren un usuario móvil, pero ¿qué ocurre si lo hago desde mi tablet? No todo el mundo lo cuenta igual y da pie a la siguiente duda ¿a partir de que tamaño de pantalla consideramos un tablet?


Segunda pregunta: ¿Qué operativa estamos incluyendo para "contar" a dichos usuarios?

Hay algunos que cuentan las descargas de una aplicación, aunque nunca la usemos en nuestro móvil, otros hilan más fino y controlan quien usa la aplicación y quien no. Incluso los hay que sólo cuentan a los usuarios que introducen sus datos de acceso para acceder a los servicios personalizados, por ejemplo en el caso de un banco, para revisar el estado de nuestros saldos o ver los últimos movimientos de algún producto.


Tercera pregunta: ¿Qué marco temporal utilizamos para medir los usuarios activos?

Podemos haber contestado a las dos primeras preguntas y todavía nos quedaría un tercer bloque para concretar nuestras estadísticas. Qué espacio temporal de usuarios vamos a controlar, es decir vamos a contar los usuarios que se hayan conectado al menos una vez en el último mes, trimestre, año... En los temas bancarios a mi me gusta utilizar la referencia del mes, al fin y al cabo tanto gastos como ingresos suelen ser mensuales en España.
Espero que estas tres preguntas os ayuden a ser más reflexivos al escuchar o emitir cifras relativas al uso de aplicaciones móviles porque las cifras, sin contexto, son simples cifras.
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