
Pero los que menos me gustan son aquellos que no quieren que los demás tengamos objetivos, ni que los alcancemos ni, sobre todo, que disfrutemos del camino hasta llegar a ellos.
Por eso ponen palos en las ruedas sin importarles la ilusión y el trabajo de los demás. Llegan a inmolarse con tal de dificultar tu avance. Ilusos. Para tí será un simple desvío, un traspiés o un pequeño retraso en tu planificación, tú sabes dónde quieres llegar, sabes que lo conseguirás tarde o temprano.
Mira alrededor y mira dentro tuya. ¿Sabes ya cuál es tu objetivo?
Dime, ¿Cómo cambiarás el mundo?
Foto: gatogrunge en Flickr
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