Se acerca el período veraniego, de hecho creo que en un rato comienza formalmente el verano al alcanzar la tierra el Solsticio. Y para el que todavía no se ha puesto a ello comienza la preparación de vacaciones.
La Globalización, Internet y el fenómeno Low Cost vienen tan de la mano que muchas veces es complicado establecer la separación entre ellos. Es curioso que a pesar de ser tres entidades completamente diferentes, sólo apoyándose en las demás, han conseguido convertirse en iconos de esta época.
Dentro de mi memoria, y no tan lejanas, están las antiguas vacaciones de 1 de agosto a 31 de agosto, visitando a los familiares del pueblo o pasando largas temporadas en esos destartalados apartamentos de playa, bien propios o alquilados. En ambos casos las cabinas telefónicas cobraban importancia ya que era complicado mantenerse conectado al mundo. Muchas de esas residencias de verano carecían de televisor y enviar una postal a los amigos era una obligación.
Eran finales de los 80 y en tan sólo 10 años pasamos a estar conectados a internet en nuestros trabajos y centros de estudio, a veces incluso en casa, y utilizar móviles. El teléfono comenzó a acompañarnos en vacaciones y de pronto los estrictos periodos de vacaciones comenzaron a relajarse, una semana aquí, 12 días allá.
Comenzaron los viajes exóticos, todavía sin móviles, aunque pronto el roaming y los teléfonos tribanda se sumaron al argot vacacional. Eran finales de los 90 y 10 años después hemos seguido cambiando.
Ahora miramos si los hoteles o apartamentos tienen wifi antes de decidirnos y viajamos acompañados de toda una ristra de artilugios tecnológicos capitaneados por el portátil. No recuerdo mi primer verano con ordenador a cuestas, quizás 2006 (calculo que el portátil antiguo vino a casa en diciembre 2005). Cualquier sitio que visitamos, antes lo hemos recorrido virtualmente vía Google Maps o a través de colecciones de fotos en picasa o flickr. Casi conocemos tanto de los monumentos y hemos leído sobre el lugar tanto como el más avezado de los guías.
Encima ahora, con Twitter y Facebook, todo el mundo parece interesado en informar de sus vacaciones en riguroso directo. ¿Influyen los aspectos tecnológicos en vuestra decisión de vacaciones? En las mías sí influyen, a igualdad de condiciones todo tiene un valor.
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2 comentarios:
Pues en mi caso influyen "antes", es decir, en lo que el destino se haya esforzado en utilizarla para que desde mi casa pueda valorarlo adecuadamente. La verdad es que no lo valoro en destino... Dado que además no tengo ningún aparato con conectividad WiFi, p.ej. (sí, soy rarito :-)
@Sergi, alguien dijo que la tecnología es líquida y rellena ya alcanza todo lo que pasa cerca.
Pienso que si un destino ha cuidado las formas de comunicación que brindan las actuales tecnologías para llegar a sus potenciales visitantes, también hará gala de ello una vez lleguen los visitantes, aunque haya "raritos" y no ten raritos que luego no lo aprovechen :-)
Gracias por el comentario.
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