
Ese es el problema de nuestra sociedad: todos miramos más hacia nosotros mismos que hacia los demás. Nuestros padres y abuelos lucharon mucho por darnos una vida mejor a sabiendas que los frutos de su trabajo no los recogerían ellos.
Ahora nadie quiere largo plazo. Lo queremos todo ya y facilito, nada de sacrificios. Las protestas que unen a tanta gente son, al final, buscando el propio beneficio de cada uno, me acuerdo ahora de esa frase de un presidente americano (Kennedy) que encaja como anillo al dedo:
"No te preguntes qué puede hacer tu país por ti, pregúntate que puedes hacer tú por tu país."
Es muy sencillo caer en la demagogia de conspiraciones de políticos, de maniobras orquestadas de banqueros, de una "mano negra" que no nos deja levantarnos... ¡Qué fácil es todo cuando la culpa es de los demás!
Podeis leer la carta que arrancó mi reflexión aquí.
Foto: Puerta de Sol en Wikipedia por Onar Vikingstad
0 comentarios:
Publicar un comentario