Ojo, que me parece una pasada el esfuerzo que realizan y no
está al alcance de cualquiera, pero hoy no va de ellos. Va de esos héroes
cotidianos que afrontan el día a día con valentía y esfuerzo, y no lo cuentan
en las redes sociales. El o la cabeza de familia que estira sus escasos
ingresos para cubrir el mes, los padres y madres que sacan a sus hijos adelante
en solitario, aquellos que luchan con una enfermedad o los que ya están desahuciados
por una dolencia sin remedio y aprovechan su siempre escaso tiempo entre
nosotros. Los que cuidan a enfermos o los que conviven con una minusvalía, en
sus propias carnes o cuidando a sus seres queridos. Otros que tuvieron que
emigrar, para salvar su vida, dar oportunidades a sus hijos o para prosperar.
Hay familias numerosas donde la vida no es algo sencillo, personas que sufren
acoso en sus trabajos, colegios o familias… la lista puede ser tan larga como
personas hay en este mundo.
Todos tenemos nuestros Ironman, maratones y retos en la
vida. No son siempre buscados, la mayor parte de las veces son piedras con las que
tropezamos en el caminar de nuestra existencia sin pretenderlo. Podemos tardar
en superar ese tropiezo, cambiar el rumbo que teníamos o quedarnos bloqueados
en él, pero las redes sociales no suelen enterarse, muchas veces ni nuestros
mejores amigos son conscientes de lo que nos ocurre, pero no por ello debemos sentirnos
menos orgullosos de afrontar cada una de las pruebas que nos encontramos.
No soy un Ironman. Pero tengo un blog y cuento estas cosas.
NOTA: La foto sí es de un Ironman. Mi amigo Dani que también tiene este entretenido blog